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Transforma tu proceso de desarrollo con sprints de una semana: Insights para CTOs


Transforma tu proceso de desarrollo con sprints de una semana: Ideas para CTOs

En el mundo tecnológico actual, la velocidad y la adaptabilidad no son solo ventajas, sino necesidades. Durante los últimos siete años, he promovido el uso de sprints de una semana en varios bancos y empresas fintech. Esta estrategia ha sorprendido constantemente a los líderes de las organizaciones por su capacidad para desarrollar rápidamente productos mínimos viables (MVP) y mantener un ritmo continuo de despliegue. Sin embargo, implementar y sostener sprints de una semana no es tarea fácil. Requiere una madurez en DevOps, prácticas ágiles y un esfuerzo coordinado entre todas las areas de la organización. En este artículo, compartiré por qué creo firmemente en los sprints de una semana y qué deben tener en cuenta los CTOs antes de embarcarse en este camino.


Beneficios de los sprints de una semana


Mantener altos niveles de productividad

Los sprints de una semana combaten las trampas de la Ley de Parkinson, que afirma que el trabajo se expande para llenar el tiempo disponible. Al imponer un plazo más ajustado, los equipos se ven obligados a dividir las tareas en partes más pequeñas y manejables. Este impulso continuo evita la falsa sensación de seguridad que suele aparecer en sprints más largos, donde los primeros días se caracterizan por la sobre confianza debido a la percepción de tener mucho tiempo.


Para los CTOs, esto significa maximizar la efectividad de las horas de trabajo del equipo y optimizar la asignación de personas. En los últimos siete años, mis equipos tecnología han operado consistentemente con menos miembros que equipos similares, pero han entregado resultados importantes. Esto demuestra nuestra productividad y eficiencia con los sprints de una semana como un componente clave de nuestra estrategia.


Despliegue acelerado a producción

Los despliegues frecuentes no se tratan solo de velocidad, sino de construir un proceso resiliente de entrega continua. Los despliegues semanales exponen problemas en el proceso de lanzamiento, permitiendo que los equipos los resuelvan de inmediato. Esta iteración constante refina los pasos del despliegue y reduce el tiempo de lanzamiento al mercado de nuevas funciones y correcciones.


Para los CTOs, esto se traduce en una mejor gestión de riesgos y la capacidad de responder más rápido a los cambios del mercado. En la última fintech en la que estoy trabajando, hemos realizado más de 1,000 despliegues a producción en el último año, un logro significativo en comparación con otras fintechs similares o con organizaciones tradicionales. Esta capacidad de desplegar rápidamente nos ha permitido mantenernos al día con las necesidades cambiantes de los clientes y mantener un alto estándar de calidad del producto, impulsando los resultados comerciales y mejorando la satisfacción del cliente.


Resolución rápida de errores

Con lanzamientos más frecuentes, aislar la causa raíz de los problemas de producción se vuelve mucho más sencillo. Dado que los cambios son incrementales, las posibles fuentes de errores se limitan a las actualizaciones más recientes. Esta inmediatez mantiene el contexto fresco para el equipo, facilitando una solución rápida de los problemas.


Para los CTOs, esto significa menos tiempo de inactividad y una recuperación más rápida de los problemas de producción. La semana pasada, mi equipo encontró un error durante un despliegue en producción. Gracias a nuestro ciclo de sprints rápido, pudimos replicar el error en otros entornos, analizar la causa raíz e implementar una solución, todo en cuestión de horas. Esta rápida respuesta destaca la eficiencia de los sprints de una semana para minimizar el impacto de los problemas de producción y garantizar la continuidad del negocio.


Mayor flexibilidad en la priorización

El ciclo corto de sprints ofrece a las empresas la agilidad para cambiar prioridades cada semana. Esto es particularmente valioso en las primeras etapas de un producto digital, donde la feedback del mercado puede requerir ajustes rápidos. Los sprints de una semana proporcionan el marco para adaptarse sin deshacer los planes a largo plazo.


Para los CTOs, esto significa alinear los esfuerzos de desarrollo con los objetivos estratégicos del negocio en tiempo casi real. Recuerdo uno de los casos más extremos de adaptación en mi primera fintech, cuando necesitábamos transformar nuestro producto de inversiones B2C en un producto combinado B2C y B2B. Un pequeño equipo de cinco software engineers logró este cambio en solo un mes. Esta flexibilidad nos permitió captar nuevas oportunidades de mercado sin comprometer el plan existente, demostrando cómo los sprints de una semana pueden ayudar a la organización a mantener la competitividad del producto.


Fundamentos esenciales para el éxito


Aunque las ventajas son claras, los sprints de una semana no son adecuados para todas las organizaciones. Hay ciertos requisitos críticos para garantizar que este enfoque no se convierta en un esfuerzo caótico.


Una infraestructura DevOps robusta

Un proceso DevOps maduro es esencial. Esto implica tener pipelines de Integración Continua/Despliegue Continuo (CI/CD) completamente automatizadas y prácticas de Infraestructura como Código (IaC). Sin esto, intentar sprints de una semana puede convertirse rápidamente en una pesadilla, dificultada por procesos manuales y cuellos de botella en los despliegues.


Metodologías ágiles sólidas

El ritmo rápido de los sprints de una semana deja poco espacio para la ambigüedad o la desorganización. Una base sólida en prácticas ágiles es esencial para manejar tiempos de respuesta tan rápidos. Las malas implementaciones ágiles se vuelven evidentemente perjudiciales al operar en ciclos tan cortos. Aunque mis equipos actuales tienen margen para mejorar sus prácticas ágiles, funcionan bien y continúan apoyando nuestros ciclos de desarrollo rápidos.


Compromiso de lo líderes de la organización

La tecnología no funciona de forma aislada. Para que los sprints de una semana sean efectivos, todas las áreas de la organización deben alinearse con este ritmo. Esto requiere un apoyo decidido de los líderes de la empresa, que entiendan y respalden las demandas que este ritmo impone a cada área, desde marketing hasta atención al cliente.


Una cultura que acepte el fracaso

Los ciclos de desarrollo acelerado llevan un mayor riesgo de introducir errores en producción. Las organizaciones deben fomentar una cultura que acepte este riesgo y empodere a los equipos para abordar los problemas rápidamente. Adoptar una mentalidad de "fracasar rápido" fomenta la innovación y la mejora continua.


Desafíos


Agotamiento del equipo de tecnología

Los sprints de una semana son exigentes, y como CTO, trabajo continuamente en formas de reducir el exceso de trabajo o el estrés. Por ejemplo, imponemos límites estrictos a las horas de trabajo: nadie debe trabajar más allá de las horas regulares, a menos que ocurra un error crítico. También hemos diseñado nuestra arquitectura para desplegar durante las horas de trabajo en lugar de tarde en la noche, lo cual ayuda a mantener el bienestar del equipo y evitar el agotamiento.


Expectativas poco realistas de los líderes de la organización

Los sprints de una semana son rápidos, pero a veces los líderes de la organización exigen más, incluso a esta velocidad. Como CTO, debes trabajar para establecer expectativas realistas y evitar aumentar la carga de trabajo de manera insostenible. Es importante educar a los líderes sobre los riesgos de exceder la capacidad del equipo y destacar los beneficios de enfocarse en mejoras de procesos en lugar de simplemente acelerar los plazos.


Sobrecarga de los equipos de POs y CXs

Si los equipos técnicos despliegan constantemente, la presión por nuevas funciones o cambios se desplaza a los equipos de Producto (PO) y Experiencia del Cliente (CX). Estos equipos deben ser capaces de definir los requisitos claramente a un ritmo de una semana, lo cual puede ser desafiante. Ampliar los equipos de POs y CXs u optimizar sus flujos de trabajo es crucial en estos escenarios. Sin embargo, también es esencial considerar cambios en los procesos y apoyar eficazmente a estos equipos en lugar de abandonar el modelo de sprints de una semana.


Reflexiones sobre siete años de sprints de una semana


Cuando escuché por primera vez sobre los sprints de una semana, dudaba de su viabilidad a largo plazo. Sin embargo, tras siete años de aplicarlos en la práctica, puedo confirmar el valor significativo que aportan al negocio. La velocidad y adaptabilidad que se logran justifican las inversiones necesarias en DevOps, frameworks ágiles, adquisición de talento y transformación cultural.


¿Cuándo usar sprints de una semana?

En estos siete años, he utilizado sprints de una semana para nuevos productos en banca o nuevas startups/fintechs. Recomiendo este enfoque en esos contextos, ya que puede no ser tan efectivo para productos que ya llevan años en el mercado.


¿Cuándo no usar sprints de una semana?

Si falta alguno de los fundamentos esenciales mencionados anteriormente o solo se han implementado parcialmente, recomiendo tener precaución antes de utilizar sprints de una semana. Sin la infraestructura, la cultura y el compromiso adecuados, los riesgos pueden superar los beneficios.


Conclusión


Los sprints de una semana pueden transformar la capacidad de tu organización para responder a las demandas del mercado y al feedback de los clientes. Han sido fundamentales para todos los productos que he desarrollado en los últimos años, creando un entorno de alto rendimiento con productividad constante, despliegues frecuentes y una gran capacidad de adaptación. Aunque requieren una inversión considerable en procesos, herramientas y cultura, los beneficios a largo plazo los convierten en una estrategia atractiva para cualquier empresa con fuerte dependencia tecnológica que quiera mantenerse a la vanguardia.

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